La noche llega sin que
nadie la llame, algunos la desean otros la detestan. Puede que alguien en
soledad quiera que pase rápido, y otro acompañado que sea eterna. Pero de todos
modos se impone con su inmensidad negra y vemos como las estrellas nos regalan
un espectáculo. Cada una tiene su lugar fijo, algunas brillan más, y otras
menos. Entre ellas se pusieron de acuerdo para formar constelaciones eternas.
Algunas están más lejos y otras más cerca. Cada tanto se camufla algún satélite
que quiere hacerse pasar por una estrella, pero su desplazamiento lo delata.
También nos traen suerte, esas son las estrellas fugaces, que caen rendidas
deshaciéndose en la infinidad oscura, y nos regalan la oportunidad de pedir un
deseo. La luna no quiere pasar desapercibida, también da su espectáculo
cambiando de fases, a veces mas sumisa y otras con su orgullo se impone frente
a las estrellas opacándolas con su luz.
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