viernes, 4 de septiembre de 2015

En tiempos de; "me clavó el visto"

Me clavó el visto, es una frase que está en pañales, y que últimamente está en la boca de varias personas, entre amigos, familias, parejas. Es una sencilla frase, que trae entre  manos muchos problemas. Nuestros abuelos no entienden, no hay forma de explicárselos, nuestros padres entienden de qué se trata pero no les llega a generar sentimientos. Y a nosotros, vino a perturbarnos lejos de simplificarnos las cosas.
Esta hermosa herramienta creada no hace mucho, nos hace esclavos del celular y pensamientos en vano. Antes uno mandaba un mensaje de texto y esperaba una respuesta, los mensajes eran caros, entonces se escribía lo concreto y necesario o se llamaba por teléfono cuando era algo más largo e importante, y ni hablar de la libertad cuando no existía el celular.
En cambio ahora la secuencia es muy distinta, primero enviamos un whatsapp, o un mensaje por facebook, esperamos un rato de no más de 3 minutos y volvemos a mirar para ver si el mensaje se envió, corroborado el destino del mensaje , nos creemos tranquilos y dejamos el celular como diciendo ya está, pasado unos minutos más y al no haber respuesta, volvemos a agarrar el celular para ver si clavó el famoso visto, esta vez zafamos de que ingresen los fantasmas y seguimos esperando, al volver a mirar y ver el visto bien clavado, la mente comienza a divagar, los fantasmas de los pensamientos ingresan sin pedir permiso.
Y acá comienza la secuencia de los pensamientos en vano que caen como cataratas,  primero me quiero hacer la que no me afecta pensando en positivo, tal vez  está ocupado o no puede hablar en este momento, vuelvo a dejar el celular y relajo, el tiempo de relax dura unos minutos. Y ahí comienza la odisea, vamos a ver la otra hermosa herramienta; "ultima hora de conexión", primero vemos que no se volvió a conectar, después que volvió pero tal vez entró y salió, al tiempo nos quedamos un rato esperando  vemos que está en línea, y sigue en línea, o sea que está hablando con otra persona, para otra persona tiene tiempo? ahí la mente que estaba en punto muerto, pone quinta de una y arrancan los pensamientos negativos; qué onda? porque no me va a contestar?, que le cuesta poner un ok, o después te escribo? O simplemente no tengo ganas de hablar con vos, pero que ponga algo! Por cuestiones de cortesía, de respeto, una respuesta, por más que no tenga ganas de hablar, no se le niega a nadie, al menos para dejar contenta a la persona que escribió.
Pensemos que sería que te claven el visto en vivo y en directo, vos estás hablando con una persona y de golpe, él otro no te mira más y no te responde, vos le hablas y no te responde, vemos que no sería nada agradable.
Hay personas que no se dejaron enroscar tanto por esta aplicación, y sencillamente si tienen que clavar un visto lo clavan y entienden a la persona que se los clavó. Hay otro tipo de personas que se hacen los que no están enroscados, y clavan vistos para llamar la atención, hacerse los relajados, y están bien pendientes.  Y está el otro tipo de personas, las más damnificadas por el tema , que son las que se enredan completamente con la causa, al punto de tenerle fobia a los dos tildes azules, capaces de enviar un mensaje y borrarlo al instante con tal de no ver aparecer los famosos tildes azules, este último tipo de personas no puede entender como existe alguien que, del otro lado del teléfono leyó un mensaje y no lo contestó, y demás está decir que jamás clavarían un visto ni a su peor enemigo, a lo sumo largan un Ok.
Para muchos, que le claven un visto es falta de interés y genera mal estar, para otros no contestar es una pavada.
Lo claro es que esta famosa herramienta de las redes sociales nos vino a complicar la existencia haciendo de un pequeño detalle muchos seres humanos más embobados con el celular, y ni hablar como aumentó el nivel de peleas y momentos tensos.

Inspirado en una amiga, que si delato su identidad, me clava el visto de por vida.



miércoles, 2 de septiembre de 2015

Los besos que caen de maduro (desafío Roman Borda)

Cada vez que se encontraban era una fiesta. No hacía falta que los astros se alinearan para verse. Los días y las noches los llamaban, y ellos estaban juntos, las palabras fluían, las caricias sobraban. Cada vez que Alba se levantaba, ya tenía un mensaje de saludo, era él, los pensamientos se entrecruzaban todo el día, el en ella y ella en él. Día por medio pactaban un encuentro, se disfrutaban, tenían muchos temas en común, gustos, música, lugares. Pero cada vez que terminaba el encuentro, Alba se iba con una sensación de una espina que la acariciaba, había algo que no entendía, no sabía porque todo terminaba en una suave y dulce caricia, y no avanzaban. Ya hacía meses que la atracción los unía y hacían de esos encuentros un regalo a la vida. Se hablaban,  se entendían, se respetaban, se reían, pero él no la besaba. Nadie entendía que pasaba, era tan obvio.
Alba con tanta pureza e inocencia seguía viéndolo, los momentos juntos cada vez eran más perfectos, ella se regocijaba en él, y el se reía en ella. Durante la noche las estrellas brillaban cada vez que los veían, y en el día el sol los agasajaba.
Todo parecía tan obvio, que el beso tenía que venir, el tiempo pasaba y Alba esperaba.
Las palpitaciones se hicieron presentes y Alba preguntó. El silencio la aturdía y ya no aguantaba más. Quedó intacta ante la respuesta, el vacío la cubrió entera, no podía hablar pero sus ojos gritaban.
El no la besaba porque estaba casado, la desilusión se hundió en el pecho de Alba, sus mejillas se comenzaron a humedecer y la soledad la llamaba, como iba a hacer, después de conocer la perfección mas imperfecta. El tiempo se dilató y los encuentros desaparecieron, el sol de Alba nunca más calentó, y sus amaneceres perdieron el color.



Literatura abstracta!

De un tiempo a esta parte he estado intrigada con la “literatura abstracta”, busqué algo de información y sinceramente no encontré demasiado.
Cuando me remito a la definición general de Arte Abstracto, entiendo por ello, que es el que prescinde de objetos reales, de objetos que ya están establecidos y tienen un significado. Y a través de las obras se propone una nueva realidad distinta a la existente.
Rechaza cualquier copia de modelo exterior a la conciencia del artista.
Cuando lo quiero traspasar a la literatura, lo primero que pienso es, ¿cuáles son las herramientas con las que trabajo?, así como los pintores trabajan con, líneas, puntos, sombras etc. Los escritores usan como herramientas las letras, no así las palabras, porque las palabras ya tienen un significado.
Lo que concluyo de todo esto, es que a partir de letras, se puede crear un escrito, rompiendo con todos los paradigmas establecidos. Sin usar palabras que ya tengan un significado externo. Usando uniones de letras, formando palabras nuevas, y que a su vez deje un mensaje o sea agradable de leer para al menos un lector.

Me parece un enorme desafío; encontrar literatura abstracta que guste, que se disfrute, que transmita.
Lo primero que me salió fue esto:

Acío sentu siusiusiu a marem seeeens zae. Maraia miam alaia zei.


Te desafío, te animas a escribir algo abstracto?



Ana

Ana decide irse a dormir, cuando cierra  la ventana observa y  la noche sigue  así, el cielo oscuro está  cubierto de nubes,  esas nubes casi amarillas que hacen que parezca   de día.
Se asoma  y respira humedad al mismo tiempo que siente como chocan en su cara gotitas microscópicas de agua.
Cierra la ventana, y como todas las noches controla que este todo en su lugar, palpa el picaporte de la puerta y controla todas las ventanas de una manera casi obsesiva. Deja la ropa  para el día siguiente bien doblada y con cuidado  que no la invada ninguna arruga, en la silla blanca que tiene en su cuarto. La cocina en orden, apaga absolutamente todas las luces y por fin se desploma en la cama, una caída con alivio y relajante, pero su mente no acorde a su cuerpo, hace ruido esta  desordenada,  sabe que la mañana  iba a ser  larga y todo continuaba muy gris.
El día está muy peligroso, ella tiene que viajar  200 km a encontrarse con un viejo amor, el encuentro está previsto hace  4 meses, 4 meses que se hicieron largos.
Ana desayuna ,  en pijama  sin peinarse toma las llaves del auto y sin importar nada , sale,  no se ve mucho, pero Ana arranca , las calles de la ciudad están calmas, todo viste de blanco, los semáforos no funcionan, y no anda un alma ,  toma la ruta sin precaución,  y aprieta el acelerador,   va muy fuerte y como si flotara entre nubes, en la ruta no pasa un solo auto, Ana aturdida por su música y cantando en voz muy alta, de golpe pisa la banquina, el volante empieza a girar y Ana pierde el control, grita,  la invade el miedo, no sabe que hace ,  trata de girar el volante pero no le responde, el auto sigue andando a mucha velocidad pero ella no puede hacer nada, hasta que da con el freno, y el auto empieza a girar , ella grita desconsoladamente, al mismo tiempo que da vueltas y vueltas.
Ana  salta asustada de la cama como si estuviera cayendo, había tenido una pesadilla, mira el reloj y todavía tiene una hora más para dormir.
7 am suena el despertador,  se sienta en la cama permanece en silencio un instante se levanta  e inmediatamente se cuelga de la ventana  la  abre y las nubes siguen  intactas, el cielo  blanco y una especie de humo estancado que cubre  la ciudad, agacha la cabeza  y arrastrando los pies llega a la cocina ,   carga la pava de agua y a la apoya suavemente sobre la hornalla como todas las mañanas, pero esta vez el mate lo preparó con desanimo.
 Su dilema es  si emprende  o no el viaje que tantas ganas tiene de hacer, pero el clima no la acompaña, sentada en la mesa de la cocina mientras tomaba uno y otro mate, su cara estaba relajada pero su ceño sigue fruncido, y sus ojos van de la pava al reloj.
Se cambia con la ropa que había quedado acomodada del día anterior, impecable, se mira varias veces al espejo, se recoge el pelo,  luego lo suelta y termina con media cola, entre sus varios perfumes elige el preferido, se vuelve a mirar al espejo controlando que todo vaya bien , y sale, corrobora que la puerta este cerrada, tocando el picaporte del lado de afuera, empieza a caminar hacia el auto que estaba a un metro de distancia y ni lo ve, es como si caminara sobre una fuente de vapor frío, las calles están húmedas,  ya era horario de que empiece a amanecer pero el sol no tiene  en sus planes ni asomarse.

Enciende el auto y con el ruido a motor de fondo, deja caer los brazos, su mente esta repleta de preocupación, hay que arriesgarse para vivir le dicen sus ganas, pero el pajarito le recuerda que es muy peligroso salir. Con una mirada perdida  hacia el frente  toma conciencia, el miedo la agobia, pasa su mano sobre el pelo 2 o 3 veces, y ni se mueve, Ana esta inquieta, su atmósfera preocupada, pero igualmente decide cancelar el viaje.

La mujer del pasado

De su rostro solo se ve cómo sus dos ojos celestes iluminan el camino sombrío que tiene enfrente, un camino que tiene clausurado, que no puede transitar por sí sola dejándose guiar por sus deseos y necesidades.  Un camino turbio que está truncado por el hombre, por el ser humano en su esencia quien arrastró mandatos de aquellos a quienes se les cantó promulgar que la mujer era cuasi un objeto. Dos orificios con un bello color, con una luz vigorosa y penetrante que  a gritos pide libertad, demanda decidir por sí misma y así dejar de  ser sometida y manejada cual si fuera un ente, pide  poder crear y transitar su propio sendero como ser individual sin tener que ser obligada a decidir y a hacer, sin tener que acatar y agachar la cabeza cada vez que un hombre la maltrata o la señala con el dedo exigiéndole su cumplimiento.
 Una túnica negra le envuelve el resto de su rostro, apenas pudiendo oír y oler, pero sin dudas bloqueando su boca sin dejarla expresarse.
 La intensidad de la luz celeste que sale de esa mujer  quiere despejar el camino para poder ser, y así poder entregarse al placer dejando atrás lo más arduo; su propia castración, la que le impide disfrutar sin culpa, pero  sabiendo que es lo más difícil de despojar. Y si el camino se logra desembrazar también  podrá darle  vía libre a su albedrio, a su deseo,  y  así poder arrebatarle el control remoto de su vida a quien lo tenga.


Estrellas lunáticas.

La noche llega sin que nadie la llame, algunos la desean otros la detestan. Puede que alguien en soledad quiera que pase rápido, y otro acompañado que sea eterna. Pero de todos modos se impone con su inmensidad negra y vemos como las estrellas nos regalan un espectáculo. Cada una tiene su lugar fijo, algunas brillan más, y otras menos. Entre ellas se pusieron de acuerdo para formar constelaciones eternas. Algunas están más lejos y otras más cerca. Cada tanto se camufla algún satélite que quiere hacerse pasar por una estrella, pero su desplazamiento lo delata. También nos traen suerte, esas son las estrellas fugaces, que caen rendidas deshaciéndose en la infinidad oscura, y nos regalan la oportunidad de pedir un deseo. La luna no quiere pasar desapercibida, también da su espectáculo cambiando de fases, a veces mas sumisa y otras con su orgullo se impone frente a las estrellas opacándolas con su luz.



Comodidad incómoda.

Éramos tan afortunados que nos teníamos. Nos deseábamos. Nos necesitábamos. Parecíamos un ombligo mudo, no podíamos ver más allá de ese centro derrumbado.
Nuestras miradas enredadas se entretejían, tratando de llegar a algún lado, pero no había caso, estábamos abatidos.
Éramos esclavos de nuestros sentimientos y parecía que no había salida.  Teníamos la esperanza de encontrar en algún lado la libertad. Pero aun no estábamos preparados para no tenernos. Ninguno podía sentir ese gran vacío necesario, porque sentíamos que nos necesitábamos a pesar del daño que nos hacíamos.

El sol nos enfriaba cada vez más, moribundos, solo balbuceábamos libertad.

Domingo

Me despierto, una confusión recorre mi cuerpo, no recuerdo bien qué pasó anoche, miro el reloj y son las 7 de la mañana, siento los vestigios del bruxismo. Tomo mi ropa del suelo y comienzo a cambiarme. Cuando estoy lista, me acerco a la puerta y salgo.
Comienzo a caminar, la ciudad se enmudeció, está totalmente sosegada, y el cielo se estancó en el color blanco. Sólo se escuchan mis pasos, y si cada tanto piso, alguna hoja seca.

Voy mirando hacia adelante, y escucho un llanto agudo a lo lejos, me voy acercando, es una mamá acunando a su bebé que no se puede dormir. Sigo camino y de atrás siento la cadena de una bici vieja quejándose, me doy vuelta y es un señor apenado con ropa de seguridad yendo a trabajar. Una ráfaga de olor a alcohol y cigarrillo llega a mi olfato, es una adolescente despeinada y con los tacos en la mano que vuelve de bailar. Sigo deambulando, y no entiendo mucho. De pronto empiezo a toser por la tierra suspendida en el aire que chocó con mi nariz; es una señora mayor que está barriendo la vereda. A lo lejos viene un auto, y es un taxi. Se me hace agua la boca al sentir el olor a pan caliente que lleva el abuelo. Voy llegando al centro y dos o tres señores con el diario debajo del brazo van en busca de un café. Freno, pienso todas las personas que crucé en el camino y entiendo todo. Doy media vuelta y retomo la caminata hacia mi casa a seguir durmiendo. Me confundí de día. 

martes, 1 de septiembre de 2015

Vestigios de algo lindo

    El cielo esta eternamente negro, sin embargo, observo como las estrellas y la luna le dan vida a la oscuridad. 
    Mis ojos están incrustados en esa noche, pero de a poco, la pesadez de mis párpados los hacen descender, al mismo tiempo mis pupilas solo ven negro. 
   Tu imagen atrevida se me cruza, y sin mi consentimiento aparecen todos los recuerdos de lo que fue nuestro amor. Comienzo a sentir como si tragara algo vacío, y ese vacío seco comienza a caer despacio por el interior de mi cuerpo , dejando frío cada sitio que toca. Luego a penas debajo de mi pecho  se convierte en un nudo que me deja sin respiración. 
   Con la garganta seca y empeño, levanto mis parpados y así vuelvo a ver la luz, ante tanta inmensidad oscura.



El deseo en las siluetas

   Nuestras siluetas enfrentadas, vos siempre tan elegante y yo con mis pantalones anchos. La remera holgada estaba como si se quisiera caer de mi hombro, el sostén descansando en la cama y mis pies fríos rozando el piso.    
   Mi piel pálida, las ojeras haciéndose notar. 
   Yo te miro y se me cae la ropa, es la desilusión mezclada con las ganas. Desvío la cabeza hacia arriba para encontrar tu mirada, y ahí están tus ojos, esos ojos que se entrelazan con los míos y de ese encuentro hacen una fiesta. 
   Mis dos brazos agotados a los costados de mi cuerpo. Levanto una mano con empeño y va directo a tu mejilla. Cuando intento tocarte, tu imagen desaparece. Cierro los ojos buscando la esperanza de que estés ahí, los vuelvo a abrir y no estás. 
     Sólo quedan vestigios de tu aroma.





Desde abajo

La  casa esta  opaca, el living  es muy amplio con techo alto y enormes ventanales que dan al jardín, el cielo se ve  gris, los arboles están desnudos   sus hojas amarillas visten el suelo,  se siente vacío frío y una suave ráfaga de aire que toca mi nariz huele a humedad, hay  varias personas sentadas en los radiantes sillones blancos, apoyando sus tasas en la mesa ratona y yo en el corralito.

Logré pararme agarrándome de la fina soga  que me separa  de los adultos, mis dedos se entrelazaron fuertemente, la soga no podía respirar, y ahí quedé intacto, mis ojos se agrandaron ,casi ni parpadean y con solo 50 cm de altura observo, ellos toman el té, hay  un hombre y  dos señoras,  recorrí el rostro de cada uno de ellos, los peinados están fijos, los ceños se fruncen, los ojos se agrandan y achican, las bocas no dejan de expresar su asombro  y conversan, las voces todas juntas suben y bajan, quejas ruidos, gritos la verdad  yo no entiendo  mucho,  pero  el ambiente está invadido por  olor a preocupación, la atmósfera está muy densa.


Mis dedos se fueron relajando, uno a uno, hasta que me solté, la soga respiró y yo me  desplomé en el colchón, como cuando un fruto cae de su árbol, por la  fuerza de la gravedad y la necesidad de no escuchar, y allí están mis juguetes, por fin silencio, por fin me encontré con el alivio. La paz se siente  acá abajo.