miércoles, 28 de octubre de 2015

Luna

Digna de venerar
tu aura dorada te entibia
blancura fría, nieve divina.

El crepúsculo tu aliado,
te libera de la centinela.

Suspendida al compás del universo
luz rebelde frente al negro
presente en todo lo inmenso al mismo tiempo.

Humilde a la dignidad divina
siempre desde arriba
pero para abajo  mira.

De tu ombligo salen grietas,
caminos infinitos, que vuelven al centro
y del centro salen, dejando el surco del sudor.

Te envuelve un polvo brillante, y
tus raíces invisibles, ancladas en las mareas.

Almacigo de la energía.

…Inocencia etérea, incandescencia posesiva…



miércoles, 14 de octubre de 2015

Olvidos que duelen

Tan acostumbrada a que cuides de mí y de a poco el rol se fue invirtiendo,  soy yo quien cuida de ti.  Arrancaron los olvidos esporádicos, esos que hasta tomamos con humor. Luego comenzaron a ser cada vez más frecuentes, pero  parecía que elegías que recordar y que no. Ahora ya no elegís. Tus olvidos te privaron de la libertad de viajar en el recuerdo.
 Tu pasado intacto está aferrado a la memoria. Tu presente tan volátil como el alcohol.
       
  ….Cada acto se vuelve efímero en el recuerdo….

A medida que el olvido se vuelve rutina, mis ojos se entristecen. Pasaste de no recordar tus andanzas del fin de semana, a olvidar  que almorzaste hace un rato. Sabías todo sobre mí, ahora hasta se te esfuma mi vida.

…Tu refugio para mi es el arte, para vos la pintura…

Te rehúsas a no recordar, y eso habla de tu fortaleza y valentía. Por eso la insistencia de querer  volver a cada olvido, preguntando una y otra vez. Y yo, ejercité mi paciencia para responderte, hasta sentirte bien.
Ver cómo se van evaporando los recuerdos, y lo sublime de cada información que recibís me hacen temblar como un niño. El esfuerzo por querer recordar algo, es un acto en vano, angustiante para todos.
Te caracteriza la magia de salir corriendo del olvido, con una risa, o un chiste tan vivo como tus ganas de seguir recordando.

 Pasa el tiempo y el recordar es cada vez más fugaz. Aún me reconoces, pero no quiero ni imaginar el día en que no sepas quien te abraza, mi mundo se desvanecerá.